Hay que decirle a Rubi y a todos los de Segunda que fichen peor
La falta de Luis Suárez, el Mbappé de la categoría, en el playoff es solo el daño colateral del maltrato a la competición.
Como cada año nos disponíamos a presenciar el playoff de ascenso a Segunda, uno de los momentos más emocionantes y apasionantes del fútbol español. Por la concentración en apenas unos días de la exigencia de jugarte el futuro, el premio gordo, después de una temporada de ya gigantescos esfuerzos. Algunos le sacamos parangón con la Final Four de la Euroliga. Solo hay que ver el aspecto de los estadios y sus ciudades durante las semifinales. Pasión pura.
Pero, a pesar del espectáculo que estamos viviendo, nos queda la espina de no haber podido disfrutar de un Almería con Luis Suárez, de ver al Mbappé de este nivel. Es lo que ha significado Luis Suárez para el Almería, pero también lo que ha significado para sus rivales. Un jugador que ha dignificado la competición, como muchos otros que se podrían nombrar, y que, sobre todo, ha honrado al producto.
Pero parece que las quejas de Rubi, que se ha jugado el futuro del equipo y quizá el suyo propio, no han sentado bien o peor, no se han entendido como debiera ser. El problema de lo que se ha vivido es solo la punta del iceberg de una competición maltratada. A cuyos protagonistas se les dice que tienen que jugar y estar disponibles como relleno, como fútbol a granel para cuando los equipos de Primera tienen que parar por las fechas FIFA. Y no.
No se puede uno equivocar, no es que cuando llega el playoff haya la mala suerte de que un equipo sea el perjudicado por un jugador en concreto. Eso no es así. En el parón de marzo, por ejemplo, hasta 24 jugadores se perdieron partidos en Segunda por el Virus FIFA. Eso ya es quitarle recursos a una competición cuyos clubes se parten el pecho para que haya nivel, para que el producto sea vendible. No solo el Almería.
El Cartagena, que perdió la categoría, fue en ese parón de marzo quien más futbolistas perdió para que jugaran con sus selecciones, hasta cinco. Preocupa la falta de empatía de los rectores del fútbol ante casos tan graves como los de esta temporada. Bueno, peor, la respuesta ha sido venir a decirles que ya saben lo que hay, que los clubes fichen peor para no verse en estas. Pues nada, pero de arreglar ese calendario, año tras año, ni una idea.
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