Borrón y cuenta nueva
Palou llega líder de la IndyCar al segundo óvalo de la temporada para recuperarse del disgusto de Detroit.
La tradición moderna en la IndyCar dice que quien gana las 500 Millas de Indianápolis sufre de lo lindo en Detroit. Y eso le pasó a Álex Palou, que se llevó un gran disgusto en Motown cuando peleaba por buenos puntos que Malukas estampó con contra el muro. En cualquier caso toca hacer borrón y cuenta nueva. Resetear en un óvalo en El GP Bommarito 500 (madrugada del domingo al lunes, 02:00, #Vamos). En el World Wide Technology Raceway todos querrán recortar diferencias con el español, que lidera con 90 puntos de ventaja sobre Pato O’Ward (McLaren) y 102 sobre Kirkwood, el único que ha ganado además del barcelonés.
Palou ha tenido varias actuaciones destacadas en carreras ovaladas, incluyendo cinco top 3, pero nunca ha liderado una vuelta en seis carreras en el World Wide Technology Raceway., pero terminó cuarto el año pasado. Repetir resultado o mejorarlo le acercaría (mucho más) al título. Pero haría bien el líder de la IndyCar y campeón de las 500 Millas en no confiarse, porque el temido equipo Penske debe empezar ya a levantar cabeza en una temporada demasiado irregular para ellos. El mejor resultado del equipo temporada ha sido un tercer puesto en tres ocasiones (Josef Newgarden, San Petersburgo; McLaughlin, en Barber y Will Power en el Gran Premio de Sonsio, en el circuito mixto del Indianapolis. Las urgencias aprietan y el territorio es propicio para ellos. De las 15 carreras disputadas en el óvalo de 1,25 millas, el Penske ha ganado nueve, incluyendo cuatro de las últimas cinco.
Y después de Detroit el año pasado, Newgarden tuvo una racha de cinco podios en las últimas 11 carreras, incluida una victoria en World Wide Technology Raceway. “Podemos ganar cualquier fin de semana”, dice Newgarden. “Tal como va la temporada, necesito recuperarme un poco, simplemente ponerme en marcha. Los dos últimos eventos han sido bastante duros. Palou está en racha, sin duda. Palou tiene el impulso. El impulso es algo real. Personalmente, creo que mi comienzo de año antes de Indianápolis fue bastante fuerte, uno de los más fuertes. Solo un piloto había ganado cuatro de cinco carreras hasta entonces. Lo ha vuelto a hacer.”, apostilla McLaughlin.
Y por supuesto no hay que descuidarse de O’Ward. Tercero en las 500 Millas de Inidianápolis tras la descalificación de Marcus Ericsson llega con ganas. De vencer, que tampoco lo ha hecho este año, pero se mantiene a esos 90 puntos de Álex Palou.
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