Reportaje
El primer Dexit de Pokémon: cómo Rubí y Zafiro impidieron hacerse con todos
El día que Game Freak renunció al eslogan más conocido de la saga: ¡hazte con todos!

Lanzados en 2002 en Japón y un año más tarde en el resto del mundo, Pokémon Rubí y Zafiro marcaron un antes y un después en la franquicia. La tercera generación llegó trufada de cambios, tales como los combates dobles, las habilidades o el mejorado sistema de bayas. Decisiones, todas ellas, que redefinieron las bases de la saga y sentaron un precedente en cómo la entendemos y la jugamos hoy en día. Más allá de sus novedades jugables, eso sí, uno de los grandes cambios de esta dupla fue la imposibilidad de transferir pokémon desde ediciones anteriores. Al leer esto, más de uno recordará el fatídico dexit de Espada y Escudo, cuando varios monstruos de bolsillo se perdieron camino a Galar. Pero lo cierto es que fueron Rubí y Zafiro los primeros en contradecir el icónico eslogan de Pokémon. En los albores de Hoenn, hacerse con todos era imposible.
El reinicio de Hoenn
Desde su concepción, Game Freak planteó Rubí y Zafiro como un soft-reboot de la saga. A nivel narrativo, la historia se situaba en una nueva región (Hoenn) y, según el miembro de Game Freak Toshinobu Matsumiya, ocurría en paralelo a los eventos de Rojo y Azul. De hecho, en un principio solo se planeaba incluir pokémon nativos de Hoenn. Aquello terminó por descartarse (hasta la quinta generación) y se incorporaron algunas especies de Kanto y Johto. Sin embargo, la Pokédex de Hoenn presume de contar con un 70% de nuevos pokémon, muy por encima de lo visto en Johto anteriormente o en Sinnoh más adelante.
En el apartado artístico, los pokémon de Hoenn también marcaron un antes y un después. Ken Sugimori explicó que, tras ver cómo algunos diseños se tildaban de infantiles, se optó por criaturas más agresivas y detalladas como Groudon o Sharpedo. Aún fiel a sus raíces, la primera generación supuso el primer intento de Game Freak por desmarcarse de su legado.

Se acabó hacerse con todos: las consecuencias del soft-reboot
La transición de Game Boy Color a Game Boy Advance alteró los procesos de almacenamiento de datos, con mecánicas nuevas como habilidades, naturalezas y un sistema de IVs remodelado. El salto entre generaciones (y tecnología) fue tan grande que Rubí y Zafiro pagaron un coste altísimo: el de la incompatibilidad con los juegos anteriores.
Como resultado, nadie pudo transferir sus pokémon de la primera y la segunda generación a los cartuchos achatados de GBA. De los 386 monstruos de bolsillo disponibles en la tercera generación, solo 202 podían obtenerse directamente en estos juegos, quedando fuera en torno al 48% de las especies. Entre ellos, algunos tan icónicos como Bulbasaur, Charmander y Squirtle.

Aquello de “¡Hazte con todos!”, el lema que cada edición lucía con orgullo en su caja, desapareció de las carátulas de Rubí y Zafiro. Esto supuso un duro golpe para los entrenadores, acostumbrados a transferir sus mejores pokémon entre regiones. En Hoenn, la Pokédex Nacional no era más que un álbum de cromos al que le faltaban páginas.
En busca de los pokémon perdidos
Game Freak no se quedó de brazos cruzados. A lo largo de la tercera generación intentó paliar esta desagradable situación con los nuevos lanzamientos. Poco a poco, cada vez más criaturas podían dar el salto entre cartuchos para nutrir la maltrecha Pokédex Nacional de Hoenn. Pese a todo, completar la enciclopedia del Profesor Abedul siguió siendo un proceso complicado, que requería de varios juegos y consolas distintas.
- Pokémon Colosseum y Pokémon XD: Tempestad Oscura (GameCube). Añadieron varios pokémon de Johto, como los iniciales de la segunda generación, las bestias legendarias Entei, Raikou y Suicune o a las eeveevoluciones Umbreon y Espeon. Más allá de eventos, Pokémon XD era la única forma de hacerse con Lugia.
- Pokémon Rojo Fuego y Verde Hoja (GBA). Los remakes de Kanto permitieron recuperar a criaturas como Charmander, Bulbasaur y Squirtle, así como a las aves legendarias Articuno, Zapdos y Moltres.
- Pokémon Esmeralda (GBA). La vuelta a Hoenn puso las cosas un poco más fáciles, ofreciendo a los iniciales de Johto como premio al completar la Pokédex regional.

Tener todos estos juegos no garantizaba completar la Pokédex Nacional, eso sí. Jirachi sólo podía obtenerse mediante el disco bonus con la demo de Pokémon Colosseum que regalaban Estados Unidos por la reserva del juego. En Europa tuvimos que recurrir a Pokémon Channel, otro juego de Game Cube que premiaba a quienes lo completaran con esta criatura singular. Y en Japón se llevaron a Celebi por formalizar su reserva de Colosseum. Un auténtico embrollo que a duras penas se resolvió con eventos como el mítico Moviplaya.
El caos de Hoenn vs. El Dexit de Galar
Pese a que al principio comparábamos esta situación con lo vivido en Espada y Escudo, lo cierto es que hay una diferencia clave entre ambas situaciones. En Rubí y Zafiro, todos los pokémon estaban programados en el código del juego. De ahí que, eventualmente y conforme salieron otros juegos, fuera posible transferirlos a nuestra primera aventura en Hoenn. Fue estrictamente una cuestión de incompatibilidad entre tecnologías.
En cambio, en Espada y Escudo, muchas criaturas quedaron fuera por completo. Ni siquiera servía transferirlas desde Pokémon HOME. Sencillamente, Galar no disponía de Pokédex Nacional. Más que por el salto de hardware, lo ocurrido en la octava generación fue una decisión deliberada. Game Freak se escudó en la ingente carga de trabajo que suponía programar y animar cerca de mil criaturas.

Al menos, según Junichi Masuda, la criba serviría para equilibrar el sistema de batalla, aprovechar el nuevo hardware y redirigir los esfuerzos de modelado hacia otras áreas del juego. «Ahora que están en Nintendo Switch, estamos creando a los pokémon con más fidelidad y calidad en las animaciones», prometió el compositor y productor.
Finalmente se incluyeron 400 pokémon en los cartuchos, menos de lo que ofrecían Diamante y Perla 13 años antes. Y la tan esperada calidad por el salto a Switch se tradujo en que Doble Patada, Golpes Furia, Paliza, Doble Golpe, Ataque Furia y Plumerazo compartieran animación. O que Cinderace usara Puño Fuego con los pies. En efecto, el Dexit no se tradujo en una mejor calidad de las animaciones. Lo que sí que trajo consigo es una verdad difícil de asumir para los entrenadores: no todos los pokémon estarán en todos los juegos.
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