Opinión
Con el lanzamiento de Switch 2, la apuesta de Microsoft y la previsible llegada de Playstation, el futuro es portátil
El universo portátil será la próxima gran batalla del videojuego
Durante un tiempo, se instaló la sensación de que el videojuego tradicional ya no tenía cabida en el escenario portátil. Los móviles habían copado ese espacio, y era un mercado extraño, con unas reglas diferentes y un público distinto. De hecho, el crecimiento de algunas compañías clásicas ahí se ha hecho a base de billetes, comprando a los estudios que sí han en tendido y definido el éxito en móvil (caso de Take 2 con Zynga, o Activision con King). Ni siquiera Nintendo, clara dominadora histórica de este espacio desde los tiempos de Game Boy, parecía saber muy bien qué hacer en el nuevo escenario.
El escenario habitual, crear una plataforma portátil y asegurarse de que haya software específico para ella, a imagen y semejanza de una consola de mesa, estaba claramente en línea descendente. Sony abandonó Playstation Vita en el momento que comprobó que no iba ni a acercarse a lo que consiguió con PSP. Y Nintendo a buen seguro que notaba la imposibilidad de repetir el éxito de Nintendo DS con 3DS, percibiendo como ese público transversal que había cosechado al final acababa en manos de unos móviles cada vez más capaces y absorbentes.
En un golpe de genio auspiciado por la necesidad, Nintendo optó no retirarse del espacio portátil y combinar en una plataforma sus dos almas, creando una consola híbrida que ha demostrado ser el camino correcto. Tan correcto que ni siquiera una compañía con tendencias disruptivas como la casa de Kioto se ha atrevido a hacer algo diferente con su iteración. Líder absoluta de su generación, con serias posibilidades de desbancar a PS2 como la consola más vendida de la historia, hubiera sido un suicidio esperar otra cosa. Pero el escenario a su alrededor ha cambiado sensiblemente.
Buena parte de ese cambio lo ha protagonizado Valve, una compañía que, sin ningún interés aparente en la distribución masiva de hardware y sólo mediante venta directa, ha colocado millones de Steam Decks en el mercado (alrededor de 6 millones, según estimaciones). Su llegada precipitó toda una oleada de ordenadores consolizados cuya evolución tiene su último y más importante paso en la alianza entre Asus y Xbox para ir de la mano con el lanzamiento de la ROG Xbox Ally, en los que es todo cambio de división para esta clase de dispositivos.
Un futuro a la vuelta de la esquina
Estos no son movimientos de presente, son movimientos de futuro a corto/medio plazo. Se percibe el interés y el propósito. El mercado de juego móvil puede que sea lucrativo (para algunos), pero es volátil, gaseoso y ridículamente competitivo. Además, ya es evidente que no va a reemplazar al videojuego tradicional, tal y como algunos vaticinaban hace unos años. En cambio, es el videojuego tradicional el que tiene un potencial real de hacerse cada vez más portátil y volver a crecer en este flanco. Incluso Apple parece haberse dado cuenta de ello, y trata en los últimos tiempos de cortejar casas punteras para que hagan cosas como ese Resident Evil 4 pensado para el chipset A17 Pro. No se va a vender elitismo y exclusividad con Clash of Clans.
Con Switch 2 convertida en un gran éxito internacional desde el primer día, con Microsoft queriendo entrar en este espacio bajo su iniciativa Xbox Anywhere (que no sólo abarcará la consola con ASUS, también implicará toda clase de dispositivos que las casas de hardware vayan sacando) y con Valve empujando desde su posición de “hacedor de reyes”, el momento sólo puede ir en una dirección: hacia arriba. Y queda la, prácticamente segura, reentrada de Sony en este territorio. Rumores, de momento, pero nadie debería dudar de que el gigante de Minato va a estar en un espacio en el que confluyen tantos de sus intereses y fortalezas.
Incluso se puede percibir el interés entre s más especializados. No sabemos exactamente lo que venden compañías como Anbernic, Miyoo y demás casas que se dedican a producir portátiles a un ritmo endiablado (raro es el mes en que no aparece algún nuevo modelo, o varios incluso). Pero es una muestra de que hay un interés palpable por tener botones, sticks y crucetas, lo cual es algo que celebro como alguien que no soporta lo táctil como forma de interacción exclusiva con el videojuego (los señores mayores tenemos nuestras manías).
Será un escenario nuevo con respecto al pasado, uno en el que el hogar y lo portátil compartirán catálogo y se retroalimentarán, algo que en su día no se produjo no porque no se quisiera, sino porque era tecnológica y comercialmente inviable (ahí están la Sega Nomad y la TurboExpress como ejemplos tempranos). Es ahora cuando parece que estamos en un periodo concreto de inflexión en el que tal escenario es posible incluso con los juegos tecnológicamente más avanzados. Y no nos equivoquemos, hay un mercado de s masivo que estaría encantado de jugar a GTA 6 o The Witcher 4 en un dispositivo portátil personal. Es ahí donde nos encaminamos a paso firme en estos momentos.