
Arranque muy sólido del vizcaíno, 69 golpes (-1), en un campo que desquicia incluso a Scottie Scheffler.
Hay una parte buena de lo vivido el domingo en el PGA Championship: Rahmbo ha vuelto a luchar por un grande. Y una parte mala: todavía existe algo que le paraliza tras su fichaje por el LIV.