Puado, el próximo jugador franquicia del Espanyol
El club ha centrado sus esfuerzos en la renovación de un atacante que sería inasumible en el mercado. Y él ha sabido esperar. Kike García, cerca de ser su acompañante en el ariete.

Es el capitán de la nave, el autor de los goles que hace un año dieron el ascenso al Espanyol, contra el Oviedo, y el artífice el pasado sábado de la permanencia, ante Las Palmas, propiciando dos invasiones de campo en menos de un año. Viene de completar la mejor temporada de su carrera y, sin embargo, Javi Puado ha protagonizado una auténtica anomalía en el fútbol moderno: esperar a su club hasta el final a pesar de que acaba contrato.
Cuando hasta los más optimistas ya lo veían firmado por otro equipo al poder negociar libremente desde el pasado 2 de enero, igual que había sucedido en los cursos anteriores con las salidas de Óscar Melendo, Adrià Pedrosa y Nico Melamed, el capitán blanquiazul ha escuchado el interés de otros clubes, como es normal, pero no se ha comprometido con nadie. Sin hacer ruido, el mensaje a sus agentes era rotundo: su prioridad pasaba por renovar con el Espanyol.
Pero todo quedaba supeditado a un requisito indispensable: seguir en Primera. Y él mismo se encargó de rubricarlo, con 12 goles en LaLiga (su récord en la máxima categoría), entre ellos el tanto de penalti y la asistencia a Pere Milla con la que se salvó la papeleta en la última jornada. La pelota estaba por tanto en el tejado del club, que a través de Fran Garagarza no ha perdido en estos meses el o con el entorno del futbolista.
Todo indica que tan solo es cuestión de días, acaso la semana que viene a su vuelta de un viaje vacacional, que Puado renueve por el Espanyol, en principio hasta el 30 de junio de 2029, cuando habrá cumplido 31 años. Sus emolumentos, que ya eran importantes, ascenderán hasta la primera escala salarial de la plantilla. En otras palabras: será el mejor pagado.
No en vano, se convertirá el barcelonés, en ausencia de un Joan García que próximamente será traspasado, en el jugador franquicia de un Espanyol que tendrá en él a un capitán, goleador -como lo ha demostrado sin Joselu Mato o Martin Braithwaite al lado- y referente dentro y fuera del campo. Y también en un activo.
Kike García, serio aspirante a acompañarlo
Porque, por bien que la entidad ha hecho un sensible esfuerzo económico para asegurarse su continuidad, habida cuenta de que encontrar a un atacante de sus características en el mercado sería inalcanzable para su situación financiera, también se asegura patrimonio. Es decir, un futbolista de categoría más al que poder vender, llegados al punto de que esa fuera la intención de ambas partes, en futuras temporadas.
Se da la circunstancia, además, de que Puado ha terminado LaLiga 2024-25 como el cuarto máximo goleador español, tan solo por detrás de Ayoze Pérez (19), Oihan Sancet (15) y de un Kike Pérez (13) con el que tiene considerables opciones de compartir vestuario la próxima temporada, habrá que ver si también junto a Roberto Fernández o no. Apenas unos días después de sellarse la salvación, el proyecto del futuro ya está en marcha.
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