El sueño americano de Griezmann
El futbolista francés, ante la oportunidad de cerrar con buena imagen una temporada 24-25 de gris final. Y en América, su tierra prometida. Lleva más de cien días sin marcar.
Antoine Griezmann (Mâcon, Francia, 1991; 34 años) ya está en América, de paso aún, no con una maleta para quedarse, y con un reto más allá del de su equipo en el propio Mundial: volver a ser Griezmann. Esta competición en Estados Unidos es su Evau, los exámenes finales para subir nota de una temporada que comenzó dulce pero terminó agria, y ya se sabe, los finales son los que determinan las historias. Un Griezmann que se sabe en el escaparate, además, de su país favorito, en esa América donde continuará su carrera cuando se termine el Atleti. La América de la NFL, la América de la NBA, esa América que, por primera vez, se sentará para verle a él. En su Mundial de Clubes. Lleva sin celebrar un gol desde febrero.
Jugador franquicia para Simeone, fue el segundo de campo más utilizado por el entrenador (3.550), superado en la foto finish por Julián Alvarez (3.705) y marcado por ese final de temporada gris en el que perdió hasta la titularidad. Pero su oportunidad es ésta. Por lo pronto en el debut de los rojiblancos (mañana, 15 de junio, a las 21:00, DAZN) estará en el once. Y descansado.
Griezmann forma parte del grupo de rojiblancos sin compromisos internacionales que se fueron de vacaciones nada más terminar la Liga pero sin soltar de verdad las pesas, las notas con ejercicios que cada día les enviaba Luis Piñedo, el preparador físico, para que no perdieran la forma. Porque esas vacaciones duraron solo una semana antes de regresar al trabajo en el Cerro del Espino con el Mundial de Clubes en la cabeza. Desde el primer once, Griezmann ha sido titular. Habrán pasado tres semanas de su último partido. Afronta este Mundial con las piernas llenas de gasolina para alejarse de ese Griezmann fatigado, sin gol ni soluciones, que dejaron los últimos partidos de la temporada 24-25.
Hace más de cien días de su último gol, ese que marcó en Montjuïc ante el Barcelona el 25 de febrero en la ida de las semifinales de la Copa del Rey (4-4) y que fue su 16 en la temporada y 197 en total con la rojiblanca y ahí se quedó. Cuatro meses después su aportación al equipo en cifras es leve: dos asistencias (ante Rayo y Betis). Y ya. Pero en Estados Unidos la temporada se reinicia para los rojiblancos y el Real Madrid, los dos únicos equipos de la Liga clasificados para disputar esta competición que es el Mundial de los clubes, y Grizi, que ha ampliado un año más su vínculo con el Atleti (hasta 2027), busca lucirse en este examen final. La temporada, por ejemplo, el último espejo en el que mirarse, la comenzó con dos asistencias (Villarreal y Girona) y un gol (Girona, 2ª jornada). Una imagen de sí mismo más cercana a esa que le define. Uno de los mejores jugadores del mundo. América abre sus estadios para que lo demuestre, con la hierba a sus pies. Un sueño.
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