Portugal 0 - Francia 0

Francia se estrella en su debut

La sub21 gala, una de las favoritas al título, empata sin goles ante una correosa Portugal que incluso mereció la victoria.

Photo by Joe Klamar / AFP
Photo by Joe Klamar / AFPJOE KLAMARAFP

La selección sa sub 21 entró en liza en el Europeo con un pobre empate a cero contra Portugal, que llevó la voz cantante del juego, acumuló las oportunidades más claras y solo su desatino de cara a gol le impidió llevarse un triunfo de mérito contra una de las grandes favoritas, condicionada por las incesantes bajas que ha acarreado antes de su debut en el torneo y que, indudablemente, le limitan para llevarse un trofeo que no levanta desde el siglo pasado.

No fue un primer tiempo para tirar cohetes en Eslovaquia. Portugal salió más viva, intimidando a Francia, menguada por las interminables bajas que ha arrastrado. Los lusos, con un eléctrico Quenda, uno de los jugadores a seguir en este torneo, un extremo con una técnica muy depurada, pudieron irse con una renta holgada al descanso en el marcador, pero su falta de eficacia en los metros finales le terminó jugando una mala pasada.

Lukeba, in extremis, en la línea de gol, evitó el 1-0 de Paulo Bernardo. Después fue Restes, con una parada milagrosa, el que repelió un mano a mano con Rodrigues. Y Fernandes, a su vez, se quedó a un palmo de abrir el marcador. Francia suspiró en medio de un asedio total.

Su único peligro en la primera parte corrió de las botas de Abline, un delantero endiablado, que encara continuamente, y que llegó a forzar un penalti de Rodrigues que el árbitro, con ayuda del VAR, rectificó y decretó falta fuera del área. Los de Baticle fueron un equipo inoperante en campo rival, aunque Portugal fue de más a menos y la gasolina le duró 25 minutos.

La zozobra de Francia desapareció. Se disipó de un plumazo. Salió del túnel de vestuarios con ímpetu, y a Portugal el físico le fue condicionando. Con un buen Abline, que fue sustituido por Barry, la tricolor asedió el área portuguesa, aunque sin éxito, porque le faltó claridad, mucha claridad en los metros finales.

Portugal aceptó el reto del intercambio de golpes y el susto inicial del segundo tiempo fue efímero. Quenda fue un insurrecto en medio del caos, provocando estragos en la defensa sa. Volvió a intervenir Restes en varias ocasiones para evitar el primer gol del partido, que acabó como empezó, sin goles.

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