Final NBA |Thunder 110-Pacers 111 (0-1)
La madre de todos los milagros
Un canastón de Haliburton, otro más, a falta de tres décimas, culmina un vuelco improbable y congela a unos Thunder que lo tuvieron casi hecho.

No sé si sigue habiendo gente que piensa que Indiana Pacers no debería estar aquí; que la carroza se va a convertir en calabaza en cuanto den las doce y que los milagros y las heroicidades dejan titulares estruendosos y noches para el recuerdo, que no es poco, pero no sirven para ganar cuatro eliminatorias de playoffs y, por lo tanto, el título de campeón de la NBA. Hay quien cree que Tyrese Haliburton es una estrella pero no es una súper estrella, que Pascal Siakam es muy bueno pero no es excelente, que Myles Turner, Andrew Nembhard y Aaron Nesmith están bien pero hasta cierto punto y que cuando llega lo serio de verdad no se puede ganar con una rotación larguísima y jugando a toda velocidad, sin soltar el pie del acelerador y sin cambiar de guion si las cosas se tuercen.
Los que piensan así, a mediados de playoffs muchos más que ahora, van a tener que esforzarse para gritar mucho más fuerte porque es obvio que los Pacers no están escuchando. Y como sigan así, como nadie les avise de que no pueden ganar, van a ganar. Es un equipo que nunca muere, al que no se le acaba la energía, la confianza y, cuando ya no queda más, la más cruda y desnuda fe. Los que han vivido en un sí pero no con estos Pacers, el segundo mejor equipo (después de, ejem, Oklahoma City Thunder) de la NBA en lo que va de 2025 (desde el 1 de enero), tampoco habían tenido en cuenta lo excepcionalmente buen entrenador que es Rick Carlisle, que está a tres pasos de ser el cuarto (Alex Hannum, Pat Riley y Phil Jackson, nada menos) que gana el título con dos equipos NBA distintos. Tres pasos, en realidad un mundo aunque no lo parezca después de un primer partido (110-111) que los Pacers iban a perder, tenían que perder… pero ganaron. Otra vez.

Este equipo, el orgullo de ese estado de Indiana en el que no se bromea cuando se habla de baloncesto, no se entrega nunca. Es extraordinario, arrebatador, en su mejor versión; pero, y por eso gana de maneras tan asombrosas, se convierte en una especie de zombi incapaz de morir cuando se arrastra por la lona. Siempre está a un puñadito de jugadas, un par de conexiones, de reencontrarse y levantarse. Aquí no ha pasado nada. En el arranque de las Finales 2025, en la (casi) inexpugnable guarida de los Thunder, solo estuvo por delante tres décimas de segundo, las tres últimas. Tyrese Haliburton, cómo no, anotó una suspensión maravillosa y provocó un vuelco que veremos qué efecto tiene en esta lucha por suceder a Boston Celtics, el campeón caído. Como mínimo, abre de par en par unas Finales que algunos veían muy desequilibradas a favor de los Thunder; pero si esto significa algo más que el (trabajadísimo) primer punto…
Los Thunder ganaban por 15 a 9:42 del final (94-79). Habían controlado con firmeza la recuperación (82-76 casi al final del tercer cuarto) de un rival que parecía consumido en el descanso: 57-45 y gracias, sensación de superioridad aplastante de unos Thunder que habían llevado, la pelea que se había señalado como clave en la previa, a los Pacers a 19 pérdidas, en números de récord y metidos en la más absoluta confusión. Solo los bajos porcentajes locales, muy poca eficacia en la zona, habían dejado una puerta abierta, un hilo de vida. El MVP Shai Gilgeous-Alexander estaba siendo mucho mejor que Tyrese Haliburton en la colisión de estrellas (19-6 en los dos primeros cuartos) y la defensa y el rebote de ataque marcaban una diferencia matemática (18 tiros más en la primera parte) que parecía insalvable. Pero ese resquicio, esa puerta solo entreabierta, es todo lo que necesitan los Pacers, que salieron de la tumba y jugaron un segundo tiempo excelente, cada vez con mejores sensaciones en ruta hacia unos últimos minutos fascinantes: 16-32 en esos 9:42 finales.
Con 108-105, Lu Dort puso un tapón de poster a Nesmith y Shai anotó una canasta que parecía medio partido (110-105). Con 110-107 y ya en el último minuto, Nembhard se precipitó desde la línea de tres pero Pascal Siakam, una turbina incesante de energía, apareció de la nada para anotar tras un rebote de ataque crucial (110-109). Después, y tras un fallo de Jalen Williams, el ala-pívot camerunés (molestado por Cason Wallace) no cerró el rebote y la posesión volvió a ser para los Thunder. Otro revés que no mató a los Pacers: Shai falló a falta de 11 segundos y Haliburton anotó en las últimas décimas. El primero terminó con 38 puntos y 30 tiros a canasta; el segundo con 14 (10 rebotes y 6 asistencias), 13, la victoria, la foto del día y un bocado a las Finales que veremos, el domingo es el segundo asalto en OKC antes de viajar a Indiana, cómo de grande ha sido.
Haliburton, tocado por los dioses del baloncesto, lleva en estos playoffs un 6/7 (por encima del 85%) en tiros para empatar o ganar en los últimos 90 segundos de últimos cuartos y prórrogas. Desde que se empezó a usar el play by play (control estadístico de cada posesión), en 1997, el base es el primer jugador con seis tiros decisivos en los instantes finales de unos mismos playoffs. También desde ese 1997, nadie hasta estos Pacers había ganado cinco veces en unas eliminatorias después de apilar desventajas de al menos quince puntos. El equipo de Carlisle está 5-3 en noches así, algo a priori imposible. Y es el primero que gana un partido de playoffs pese a acabar con 18 pérdidas más que su rival (en teoría, insisto, la batalla clave de la serie: 7-25).
Un equipo infalible en el clutch time
El mágico Haliburton ha anotado canastas para empatar o ganar en los últimos segundos en las cuatro eliminatorias que han jugado los Pacers (Bucks, Cavaliers, Knicks, Thunder). En todas ha habido un triunfo milagroso desde, en el tramo final, un 3% o menos de probabilidad estadística. Sumados los cuatro (el quinto contra los Bucks, el segundo contra los Cavs, los primeros contra Knicks y Thunder) la posibilidad de salir con un 4-0 de esas cuentas es de una entre 75 millones. Hay una parte obvia de inercia y confianza, una sensación de invencibilidad que vale, por ahora, un 13-4 en playoffs. A tres pasos del primer título en la NBA, desde los tres en la olvidada y (también desquiciada) maravillosa ABA.
Pero los Pacers son mucho más que un buen equipo con suerte: acabaron controlando las pérdidas, imponiendo su ritmo contra una defensa sin aparentes fisuras y encontrando formas de anotar en la zona. Su transición defensiva solo permitió, seguramente el dato clave para explicar su supervivencia durante más de medio partido, 11 puntos de los Thunder como continuación a sus 24 pérdidas. En el último cuarto dominaron el rebote cuando llevaron a su rival, la trampa definitiva de Carlisle, a un partido sin pívots, con Jalen Williams y Obi Toppin (de un inicio nefasto a un decisivo 5/8 en triples) como falsos referentes interiores. Y firmaron un 6/10 en triples, 18/39 total por el 11/30 de los Thunder. En la primera parte fueron otro juguete sin identidad contra una defensa asfixiante. En la segunda jugaron como un equipo excelente, indomable, poderoso: grande de verdad.
Queda mucha Final y los Thunder, que están firmando una de las mejores temporadas de la historia de la NBA, tienen margen para recuperarse. Pero han visto como lo que pareció un 1-0 durante casi toda la noche acabó en 0-1. Han comprobado en sus carnes, por si no estuvieron pendientes de los playoffs del Este, que hay que ganar mil veces a los Pacers y echar un vistazo un rato después al marcador para comprobar que, efectivamente, todo está en orden. Se comieron 32 puntos en menos de diez minutos, 66 en la segunda parte. Eso no cuadra con su habitual nivel defensivo, así que ahora pueden sentir que necesitarán más de Chet Holmgren (6 puntos, 9 tiros), Jalen Williams (10 puntos en el último cuarto pero solo 17 en total con un 6/19 en tiros) y sus secundarios tiradores, un obvio punto débil en los momentos calientes. No habrán olvidado, por un traspiés en el peor momento, que por lógica son mejores, pero han aprendido con un buen coscorrón que la lógica no es un concepto por el que estos Pacers sientan respeto alguno. Y por eso esto es un 0-1 y las Finales 2025 se han convertido, después del tremendo último cuarto del primer partido, en una serie gigante, apasionante. A ver qué pasa el domingo.
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Luguentz Dort
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Chet Holmgren
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Alex Caruso
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Ousmane Dieng
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Min | Pts | RT | RO | RD | Ast | Per | Rec | Tap | T1 | T2 | T3 | FR | FC | Val | ||
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5
Luguentz Dort
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36 | 15 | 4 | 2 | 2 | 1 | 0 | 4 | 2 | 0/0 | 0/1 | 5/9 | 0 | 3 | 0 | |
8
Jalen Williams
|
36 | 17 | 4 | 1 | 3 | 6 | 0 | 1 | 0 | 4/4 | 5/15 | 1/4 | 0 | 4 | 0 | |
7
Chet Holmgren
|
23 | 6 | 6 | 0 | 6 | 0 | 1 | 0 | 1 | 2/2 | 2/8 | 0/1 | 0 | 1 | 0 | |
2
Shai Gilgeous-Alexander
|
39 | 38 | 5 | 0 | 5 | 3 | 2 | 3 | 0 | 7/8 | 11/24 | 3/6 | 0 | 2 | 0 | |
22
Cason Wallace
|
33 | 6 | 2 | 0 | 2 | 1 | 0 | 1 | 1 | 0/0 | 3/6 | 0/3 | 0 | 2 | 0 | |
9
Alex Caruso
|
28 | 11 | 6 | 2 | 4 | 2 | 1 | 3 | 2 | 4/5 | 2/4 | 1/4 | 0 | 5 | 0 | |
13
Ousmane Dieng
|
0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0/0 | 0/0 | 0/0 | 0 | 0 | 0 | |
55
Isaiah Hartenstein
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17 | 9 | 9 | 2 | 7 | 0 | 0 | 1 | 0 | 3/3 | 3/5 | 0/0 | 0 | 2 | 0 | |
11
Isaiah Joe
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11 | 5 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0/0 | 1/2 | 1/1 | 0 | 0 | 0 | |
3
Dillon Jones
|
0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0/0 | 0/0 | 0/0 | 0 | 0 | 0 | |
25
Ajay Mitchell
|
4 | 0 | 3 | 3 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0/0 | 0/2 | 0/1 | 0 | 0 | 0 | |
21
Aaron Wiggins
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9 | 3 | 0 | 0 | 0 | 0 | 2 | 1 | 0 | 1/2 | 1/1 | 0/1 | 0 | 0 | 0 | |
6
Jaylin Williams
|
0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0/0 | 0/0 | 0/0 | 0 | 0 | 0 | |
34
Kenrich Williams
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0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0/0 | 0/0 | 0/0 | 0 | 0 | 0 | |
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Aaron Nesmith
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Pascal Siakam
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Myles Turner
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Thomas Bryant
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12
Johnny Furphy
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James Johnson
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Bennedict Mathurin
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9
T.J. McConnell
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Ben Sheppard
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1
Obi Toppin
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Min | Pts | RT | RO | RD | Ast | Per | Rec | Tap | T1 | T2 | T3 | FR | FC | Val | ||
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23
Aaron Nesmith
|
31 | 10 | 12 | 0 | 12 | 1 | 5 | 0 | 1 | 1/2 | 0/2 | 3/7 | 0 | 2 | 0 | |
43
Pascal Siakam
|
34 | 19 | 10 | 4 | 6 | 3 | 1 | 0 | 1 | 4/6 | 6/13 | 1/2 | 0 | 1 | 0 | |
33
Myles Turner
|
27 | 15 | 9 | 5 | 4 | 0 | 6 | 0 | 3 | 3/4 | 3/5 | 2/5 | 0 | 3 | 0 | |
0
Tyrese Haliburton
|
38 | 14 | 10 | 0 | 10 | 6 | 3 | 0 | 1 | 0/0 | 4/6 | 2/7 | 0 | 2 | 0 | |
2
Andrew Nembhard
|
32 | 14 | 4 | 1 | 3 | 6 | 2 | 0 | 0 | 4/5 | 2/5 | 2/6 | 0 | 3 | 0 | |
13
Tony Bradley
|
0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0/0 | 0/0 | 0/0 | 0 | 0 | 0 | |
3
Thomas Bryant
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8 | 5 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0/0 | 1/1 | 1/1 | 0 | 3 | 0 | |
12
Johnny Furphy
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0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0/0 | 0/0 | 0/0 | 0 | 0 | 0 | |
16
James Johnson
|
0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0/0 | 0/0 | 0/0 | 0 | 0 | 0 | |
0
Bennedict Mathurin
|
15 | 5 | 3 | 3 | 0 | 2 | 1 | 0 | 1 | 3/4 | 1/5 | 0/0 | 0 | 2 | 0 | |
9
T.J. McConnell
|
16 | 9 | 1 | 0 | 1 | 4 | 3 | 1 | 0 | 0/0 | 3/5 | 1/1 | 0 | 1 | 0 | |
26
Ben Sheppard
|
9 | 3 | 2 | 0 | 2 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0/0 | 0/0 | 1/2 | 0 | 3 | 0 | |
1
Obi Toppin
|
25 | 17 | 5 | 0 | 5 | 2 | 3 | 0 | 0 | 0/0 | 1/1 | 5/8 | 0 | 2 | 0 | |